Ella
Ella ya estaba cansada y la frustración le hacía reclamos a su cuerpo aún tibio, tendido sobre las sábanas.
sentía como sus senos le exigía y por más que lo intentaba no lo sentía.
Ahogo los recuerdos y placeres en un suspiro.
No quería evidenciar la frustración de sus piernas
que por más que se aferraron no lograron
sentir nada.
Ahogo en lágrimas la desdicha de una mujer que hace mucho no le sentía,
le miraba con ternura porque entendía que no era su culpa;
realmente lo intentaba pero su mirada ya no reflejaba.
Mientras él habría recurrido a todo lo que conocía de ella, había intentado besar cada centímetro de su cuerpo,
paso desde las caricias más suaves, hasta el aleteo más fuerte,
pero ella permanecía allí ausente;
intento una y mil veces besar las entrañas pero esa mujer se había vuelto impenetrable.
Sus movimientos no tenía sentido, porque no le producía corrientes de energía a su cuerpo aun tendido.
El deseo se le estaba apagando lentamente…