Costa Rica: Una dictadura mediática

Dirigirse al público como criaturas de poca edad

  Aunque suene ilógico e imperceptible los discursos políticos emplean estrategias discursivas a partir de entonaciones y argumentos que tienden ser infantilizadas, como si el receptor o espectador fuese un sujeto desprovisto de sentido crítico, cuanto más se busque engañar al espectador más se infantiliza será el discurso. su objetivo busca neutralizar el sentido crítico de las personas.

 Aunque el tema del déficit fiscal es complejo siempre se ha buscado diversas estrategias discursivas para mitigar el impacto y conseguir mayor aceptación. Es por ello, que se nos muestra al presidente dirigiéndose al público como si este le hablara a un niño, la clara tonalidad de familiaridad, el recurso visual del espacio y los elementos extradiscursivos le remitir al espectador el ideal de seguridad, confianza y tranquilidad, para que éste acepte la idea de una formas más asertiva, sin la seriedad que el tema requiere.

Utilizar el aspecto emocional, mucho más que la reflexión 

  Usar las emociones es una estrategia clásica que va nublar el análisis racional y finalmente neutralizar el sentido crítico de los individuos. Se va inducir a emociones a partir de la implementación de idea, deseos, miedos o temores.   El sentimentalismo y las emociones van a nublar el sentido crítico de las personas, quienes controlan los medios saben que la mejor manera de controlar los sujetos es a partir de lo que creen, piensan o sienten. Por ello, la necesidad de dotarlos de un discurso “único” en pro de los derechos, pero ese discurso no es algo tan único de cada uno, sino fue un hecho programado para apelar a ellos cada vez que exista la necesidad de hacer entrar en razón a las masas.  

  En Costa Rica en la actualidad se tiene un grupo( el sector público y la clase trabajadora ) que va en contra de las élites neoliberales y su plan de salvación (plan fiscal).  Y el gobierno como medida a intentado aplicar esta estrategia, y de forma desinteresada se ha visto cómo los medios de comunicación han reproducido una serie de noticias que utilizan las personas más vulnerables y en riesgo, para replantear la oposición y el  actuar de quienes se oponen; definitivamente no es casualidad que salgan notas como la publicada el día 27 de septiembre por la Nación titulada: “Paciente pide a huelguistas: “pónganse la mano en el corazón”

  Lo que se hace es demostrar por medio de la narrativa es la afectación al  pobre, al enfermo y del desvalido, la idea de afectamos al que menos tiene y se nos autoinduce a recordar la imagen del “tico solidario”, y se apela al sentimentalismo. La minorías valen  únicamente cuando la industria político-mediática los necesita para atacar a los movimientos revolucionarios, ¿porque ahora sí nos debe importar los atrasos en la atención médica?