La mitocrítica es una disciplina relativamente joven aunque trate una de las manifestaciones antropológicas más antiguas de la humanidad: el mito. Definida a comienzos de los años sesenta por Gilbert Durand, el filósofo y sus continuadores no solo han demostrado el potencial de análisis diacrónico de esta materia, también su valor para examinar críticamente la sociedad contemporánea.
Es una metodología que se caracteriza por ser un procedimiento concreto de análisis artístico basado en los postulados teóricos del estructuralismo figurativo.
¿Qué es la mitocrítica?
La mitocrítica es el estudio de los mitos y sus reformulación en la literatura, es decir, se ocupa del estudio de los mitos de diferentes culturas y su influencia en la literatura.
Esta metodología tiene como finalidad poner en relieve cómo los textos literarios pueden adaptarse al universo narrado un relato mítico original e infundir en el nuevos enfoques.
Gilbert Durand afirma que “la mitocrítica es una prolongación de las ‘nuevas críticas’ literarias y artísticas de estos últimos años, mientras que el mitoanálisis deja entrever una perspectiva más ambiciosa que quisiera descifrar amplias orientaciones míticas de momentos históricos y culturales colectivos”
La mitocrítica como método de lectura o de análisis de textos
La mitocrítica estudia el relato partiendo de un mito ideal, a partir de todas las lecciones mitémicas, y partiendo las variaciones que este tiene.
Se caracteriza por analizar los textos literarios de la misma manera que se analiza un mito, es decir, este método de análisis literario estudia el objeto literario como si fuese un mito. Y es necesario recalcar que Según Mircéa Éliade que:
El mito es, en cierto modo, el modelo de cualquier relato.
Y la cohesión entre ambos radica en la creación simbólica a través del lenguaje . Además se puede afirma que el mito seria de alguna manera el modelo matricial de toda narración, ademas de que esta estructurado con base en esquemas y arquetipos fundamentales de la psiqué del sapiens sapiens, o sea la nuestra. Se presentan las estructuras míticas que pueden ser latentes o patentes. Son estructuras inherentes al texto por ello, es necesario analizar e interpretar.
¿Cómo se aplica el método de análisis de la mitocrítica a la literatura?
Gilbert Durand indica que en primera instancia se debe aplicar el “Grille” lo cual significa los tres regímenes de la imagen, es decir, lo heroico, lo místico y lo sintético. Eso va permitir como lector ordenar las imágenes y símbolos presentes en el relato .
Seguidamente, se debe descubrir las redundancias del mismo, lo que Mauron llama “metáforas obsesivas” estas delimitaran los mitemas que estructuran el texto, permitiendo al lector realizar una lectura sincrónica del objeto de estudio. Asimismo, se debe analizar las situaciones de los personajes y los espacios donde se mueven sus elementos míticos y su evolución.
Luego de establecer los mitemas, que son la agrupación de imágenes y estructuras arquetípicas repetidas a lo largo del relato de forma significativa.
Un tercer momento metodológico, es el “tertium datum” que es donde se revela el sentido del texto lo cual es la meta de toda lectura crítica.
¿Qué es el mitema?
El mito estructura el relato de los mitologemas a través de sus mitemas:
El mito aparece como un relato (discurso mítico) que pone en escena unos personajes, unos decorados, unos objetos simbólicamente valorizados, que se puede segmentar en secuencias o unidades semánticas más pequeñas (los mitemas) (…) (16:36)
El mitema se entiende como la unidad significativa más pequeña del discurso mítico:
(…) este “átomo” mítico tiene una naturaleza estructural (“arquetípica”, en el sentido
jungiano; “esquemática”, según G. Durand) y su contenido puede ser indiferentemente
un “motivo”, un “tema”, un “decorado mítico” (G. Durand), un “emblema”, una “situación
dramática” (E. Souriau). (16:344)
El mitema designa una situación fundamental constitutiva del mito. Por ejemplo, el mitema de la aventura o de la iniciación. Son motivos arquetípicos presentes en la mitología y aparecen metamorfoseados o desplazados de alguna manera en los contenidos literarios y culturales. Entre ellos, están por ejemplo, el descenso al infierno, la prueba del laberinto en la que un héroe debe encontrar el camino a seguir en un
espacio inextricable, aparece como motivo central en el mito de Teseo